Estas son algunos de las señales de alarma que pueden ayudar a identificar un trastorno alimentario:
- El comportamiento después de comer: el acudir con rapidez al baño y encerrarse es un ritual habitual.
- Esconden la comida en la servilleta o se la dan a la mascota, ingeniándoselas para ocultar las verdaderas intenciones.
- Hacen ejercicio excesivo (hasta 5 o 6 horas seguidas al día).
- Visten con ropa ancha para ocultar la verdadera apariencia.
- Muestran un carácter irritable e irascible en todo momento; dan malas contestaciones y tienen peleas de mayor intensidad en el círculo familiar.
- Comen como si estuvieran a dieta, a pesar de estar muy delgados.
- Están demasiado preocupados por el peso, por conseguir dietas y por la figura.
- Experimentan vértigos, desmayos, pérdida de conocimiento y dificultad para concentrarse.
- Tienen una imagen distorsionada del peso, tamaño o figura de su cuerpo.
- En las mujeres, la ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos.
- La ausencia de otro trastorno físico o psiquiátrico que pudiera justificar la pérdida de peso o la negativa de comer.
- Estreñimiento y también abuso de laxantes, diuréticos o píldoras de dieta.
- Osteoporosis: los huesos se vuelven más frágiles.
- El pelo se les vuelve quebradizo, se cae mucho más.
Si percibes alguno de estos síntomas acude a un profesional en la mayor brevedad. En general, los tres objetivos principales de la terapia son:
1. Mitigar los síntomas físicos y peligrosos o que representen una amenaza para la vida.
2. Enseñar al paciente a comer normalmente y a disfrutar de una relación más relajada con la comida.
3. Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los pensamientos destructivos en relación con el peso y la comida.
martes, 8 de diciembre de 2009
¿Cómo sé si alguien de mi entorno sufre anorexia?
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